BUENOS AIRES / Argentina | IERPcomunica – El Pastor Presidente de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP), Pastor Carlos Duarte envió este miércoles su saludos navideño, en el que resaltó la presencia de Dios en el ser humano y en lo sencillo. Además condenó el racismo y todos los tipos de violencia . Al finalizar señaló que el tiempo de Navidad también representa un tiempo optimista que según el religioso se encuentra representado en la reunión de las familias y en los encuentros. Este gesto fue destacado por Duarte como un anhelo de comenzar a construir un mundo mejor.
Basado en el texto bíblico de 2 Samuel 7,6, que reza “Desde el día en que saqué de Egipto a los israelitas, hasta el presente, nunca he habitado en templos, sino que he andado en simples tiendas de campaña”, el pastor Presidente de la IERP dijo en su saludo navideño que «Dios no habita en templos, sino en tienda de campaña. El hijo de Dios no nace en palacios, castillos, fuertes, o rascacielos sino en un pesebre, establo, rancho, o tapera. Nuestro Dios es un caminante a la par de la humanidad. Los siglos pasan y sin embargo la humanidad no se convierte, no entiende el misterio de Dios, del niño indefenso, de la humildad, del Mesías crucificado. Como en la Babel antigua quiere llegar al cielo y mediante la red de redes abarcarlo todo en forma instantánea sin darse cuenta de la imposibilidad, porque el control total finaliza siempre en el descontrol absoluto».
En lo que respecta a la realidad social, indicó que «una vez más miramos con asombro como lo más denigrante de la humanidad parece ser lo deseado por las mayorías. Muros en las fronteras. No más asilo para quienes huyen de las guerras. Racismo y misoginia. Somos víctimas de un sesgo informativo que apunta indefectiblemente a generar miedo y más miedo y más miedo. Se informa constantemente de la violencia, la inseguridad, los asaltos, los robos, el vandalismo, los accidentes de cualquier tipo en cualquier parte. Se viralizan videos de autos que se destrozan en Rusia o China, mostrados con delectación sádica. Para colmo de males el único discurso que parece dominar es la mentira constante, pertinaz, inacabable. Porque es mentira que esto sea la humanidad, es mentira que necesitamos matarnos unos a otros para estar ‘seguros’, es mentira que la tarjeta de crédito es fuente de felicidad, es mentira que estar conectados es sinónimo de comunicados, es mentira que el dinero sea más importante que las personas».
Para terminar, y con una mirada muy esperanzadora, puntualizó que el gesto del encuentro familiar y de amigos, es una oportunidad para ver las cosas de un modo positivo: «Volveremos a comer juntos, en casa, volveremos a hacer regalos sin esperar nada a cambio, volveremos a estar alegres simplemente porque es noche de alegría y paz. Por ese breve tiempo de las fiestas, el Dios que habita tiendas de campaña, habitará también en nuestras casas; el niño que nace en las taperas de la modernidad, nacerá en nuestros corazones. Si esto sucede, entonces, habrá esperanza de que el año 2017 sea de bendición para los hogares de nuestros países», finalizó.
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