Saludos del Pastor Presidente de la IERP por el 01 de mayo

“El Señor tomó al hombre y lo colocó en el jardín del Edén, para que lo guardara y lo cultivara”. Génesis 2:15

Las obras que hombres y mujeres desplegamos en el mundo a través de nuestros trabajos y ocupaciones cotidianas, cuando son realizadas en obediencia y gratitud al Señor, se convierten en los instrumentos por los cuales Dios provee la vida a sus criaturas. Eso significa que por medio del trabajo los seres humanos nos volvemos colaboradores y colaboradoras de Dios en la providencia de vida en el mundo.

Esto resulta más que evidente especialmente en estos tiempos de pandemia. Muchísimas son las personas que cada día son asistidas por trabajadores y trabajadoras esenciales que hacen de sus ocupaciones no sólo una manera de ganarse el pan – algo que es un derecho y que debe ser garantizado sin lugar a dudas y en todas las circunstancias- sino también un servicio a la comunidad. Cuánta providencia nos llega de la mano de quienes trabajan con sus manos, con sus mentes y también con el corazón.

Hoy queremos saludar y reconocer a todos los trabajadores y todas las trabajadoras, especialmente a quienes hacen de sus tareas un acto de vocación, responsabilidad y compromiso con la vida del prójimo. Asimismo, pedimos a las autoridades el desarrollo de políticas que favorezcan la generación de empleos, defiendan las fuentes de trabajo y garanticen condiciones dignas para el desempeño del mismo.

Que el Señor, que creó el Universo, conceda a los trabajadores y las trabajadoras fortaleza, alegría, esperanza y salud en estos días tan complejos.

“Descienda sobre nosotros la bondad del Señor nuestro Dios. Que consolide la obra de nuestras manos” Amén. Salmo 90:17

Leonardo Schindler
Pastor Presidente de la IERP

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