“Aprendan a hacer el bien; busquen la justicia, reprendan al opresor, defiendan al huérfano y aboguen por la viuda.”
(Isaías 1:17).
Como Junta Unida de Misiones (JUM), movidos por la fe y la convicción del cuidado y la lucha por los derechos humanos de los pueblos indígenas, expresamos nuestro profundo dolor y enérgico repudio ante los hechos de violencia y represión sufridos a miembros de la Comunidad Indígena Qom de Villa Río Bermejito, en la provincia del Chaco.
La JUM ha venido trabajando de manera comprometida y responsable, acompañando los procesos administrativos y legales, asistiendo a las comunidades en el reclamo de la restitución de sus derechos. Conocemos de cerca el esfuerzo cotidiano de quienes, desde la fe y la solidaridad, acompañan el dolor del pueblo Qom, no solo denunciando la represión, sino visibilizando el verdadero problema estructural que la origina: la negación del derecho a la vida digna, al alimento, a la tierra, a la salud y al sustento.
Los acontecimientos recientes, que incluyen represión policial, detenciones arbitrarias y hostigamiento a hombres, mujeres, ancianos y jóvenes del pueblo Qom, constituyen una grave violación a los derechos humanos y a la dignidad que el Creador otorga a cada ser humano. Ninguna acción del Estado puede justificarse cuando pone en riesgo la vida, la libertad y la integridad de sus ciudadanos, y menos aun cuando se ejerce sobre comunidades históricamente vulneradas.
La Palabra de Dios nos recuerda que el Señor “escucha el clamor de su pueblo” (Éxodo 3:7) y que bendice a quienes trabajan por la paz y la justicia (Mateo 5:9). Por ello, elevamos nuestra voz profética para acompañar el justo reclamo del pueblo Qom, exhortando a las autoridades provinciales y nacionales a garantizar:
• El cese inmediato de toda represión y hostigamiento.
• La libertad y seguridad física de las personas detenidas.
• El cumplimiento efectivo de las medidas cautelares y derechos sociales fundamentales, como las pensiones por discapacidad y la asistencia alimentaria.
• Un diálogo digno y reparador, que escuche la voz de las comunidades indígenas en su propio territorio.
Nuestra solidaridad no se limita a las palabras: se traduce en oración, acompañamiento y compromiso activo con la defensa de la vida, la justicia y la paz. Como JUM no podemos callar frente al sufrimiento del inocente ni permanecer indiferente ante la violencia institucional.
Como seguidores de Cristo, reafirmamos que el Reino de Dios se manifiesta donde hay justicia, misericordia y verdad (Miqueas 6:8).
Por todo ello, expresamos nuestra comunión fraterna con las familias y autoridades de la Comunidad Qom de Villa Río Bermejito, pidiendo al Espíritu Santo que fortalezca su esperanza y a las autoridades que actúen con prudencia, humanidad y respeto al derecho.
“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.”
(Mateo 5:6)
Atentamente,
Comisión Directiva de la Federación Junta Unidad de Misiones (JUM)
