Primer día del mes,
último mes del año,
colores de Navidad
vidrieras y calles
se van pintando.
Tiempo de balance y despedidas,
de mesas repletas de comida,
de charlas compartidas,
de abrazos y risas que duran un día.
Tiempo de espera,
de preparar el camino
que nos lleve a su venida,
tiempo de detenernos
a reflexionar,
si lo que estamos haciendo
es lo que el haría,
tiempo de esperanza y tiempo de alegría.
Tiempo de mirar al otro sin prejuicios,
de salir de los vicios,
tiempo de tender una mano
a quien es victima de suplicios.
Tiempo de sembrar amor,
de olvidar todo rencor,
tiempo de sanar las heridas
y liberar las penas al viento.
Tiempo de gratitud,
tiempo de Adviento.
Lucas Erbes