Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes.

Lucas 21,34 (BPD)

La vida es una escuela. En ella aprendemos lo que necesitamos para convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos. No obstante, de muchas maneras rumbeamos por otros caminos y con facilidad nos equivocamos. ¡Tenemos que dar gracias! Pues de muchas formas Dios nos ayuda a volver a encontrar un rumbo más equilibrado, cuando nos pasan cosas que nos hacen reflexionar. Las crisis económicas son un tiempo duro donde se pone a prueba nuestra capacidad de vivir con lo necesario y dejar de lado lo superfluo. Las crisis de salud nos hablan de que no somos súper poderosos y que la fragilidad del barro con la que fuimos hechos aparece. La vida se escurre de entre nuestros dedos y no tenemos comprados los años de vida. Si tenemos por normativa vivir de modo que a cada día le baste su aflicción, que los bienes son buenos pero no todo es necesario, y que lo importante no se compra con dinero. Quizás no estemos tan lejos de poder comprender el sentido profundo de una vida vivida a pleno. ¡Buena suerte!

Sergio López

Lucas 21,29-38

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