Antes de su venida, predicó Juan el bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel.

Hechos 13,24

En nuestro texto Pablo está predicando en Antioquía y les cuenta lo que Dios ha realizado a través de la historia al pueblo de Israel; cómo fueron enaltecidos por Dios al ser el pueblo elegido y ser liberados de la esclavitud en Egipto. Las dificultades que tuvieron como pueblo en el desierto y de cómo Juan anticipa la llegada de Jesús predicando el bautismo como forma de arrepentimiento.

Pablo quiere mostrarnos que para seguir a Jesús debemos arrepentirnos de muchas cosas:

Dejar de pensar solo en nosotros mismos, siendo egoístas y ególatras en nuestro día a día.

Dejar de pensar más en nuestro orgullo que en el bien común.

Dejar de pensar que el poder nos permite dejar de lado las necesidades de nuestros hermanos.

Dejar de pensar que la mentira es la salida fácil en vez de la valentía de decir la verdad aunque sea difícil.

Dejar de pensar que podemos traicionar si nadie lo sabe.

Dejar de pensar que si nos volvemos distantes, individualistas vamos a ser felices.

Dejar de pensar que podemos vivir sin Dios y sin la fuerza de la comunidad cristiana.

Buscar el amor de Dios significa entrega hacia los hermanos, valorándonos y valorando a los demás porque son hermanos/as en Cristo Jesús.

Que Dios nos ayude a volvernos a Dios para que en nuestros días no solo pensemos en nuestras necesidades sino también en las necesidades de los demás buscando lo que es bueno y agradable al Señor. Que Dios nos ilumine para poder ser buenos y buenas hijos e hijas de Dios. Amén.

Nancy Schreiner de Heil

Hechos 13,13-25

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