Porque ya saben ustedes que nuestro Señor Jesucristo, en su bondad, siendo rico se hizo pobre por causa de ustedes, para que con su pobreza ustedes se hicieran ricos.
2. Corintios 8,9

¿Somos ricos? La Biblia dice que lo somos. ¿Será cierto? A veces nos sentimos ricos, otras veces no tanto. A menudo nos comparamos con otros y sentimos que nos falta algo. Siempre notamos lo que no tenemos. ¿Pero qué pasa si hoy, en el día 28, paramos a pensar en todo lo que sí tenemos?
Tenemos lo necesario para vivir: comida, ropa y un techo sobre nuestras cabezas. Tenemos amigos y seres queridos que nos acompañan en esta vida. Y si por alguna razón alguien de ustedes no tiene alguna de estas cosas, recordemos que nuestro Padre en el cielo cuida de nosotros y proveerá en su tiempo.
Siguiendo la lectura, descubrimos por qué el apóstol Pablo afirma que somos ricos: porque poseemos fe, y la fe nos enriquece. Compartir y dar en la fe de Dios nos llena de riqueza. Tenemos la capacidad y la disposición de ofrecer mucho de lo que tenemos, lo cual es suficiente para aquellos que tienen menos. Además, seguramente hay muchas personas que necesitan compartir con nosotros.
Aprovechemos este fin de semana para compartir nuestra fe, que es nuestro mayor tesoro. Somos verdaderamente ricos porque poseemos la fe.
Debemos mostrar nuestro amor, nuestra disposición para servir y para compartir nuestra fe en obras de caridad.

Erica Arning

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