Por eso, nosotros teniendo a nuestro alrededor tantas personas que han demostrado su fe, dejemos a un lado todo lo que nos estorba y el pecado que nos enreda, y corramos con fortaleza la carrera que tenemos por delante.
Hebreos 12,1

¡Qué hermoso comenzar un nuevo día!
¡Cuán bendecida me siento de poder contemplar mi entorno y poder decir “gracias”!
¿Cómo está el día hoy? ¿llueve? ¿está soleado? ¿está nublado?
¿Cómo están tus emociones hoy? ¿te sientes feliz, cansado, agradecido?
Independientemente de cómo esté el clima, el día, pero si tú te sientes con fe y en gratitud, todo lo demás brillará por sí solo.
La fe es la base para poder construirnos cada día sobre cimientos firmes y sentirnos en confianza ante las diferentes situaciones que nos presenta el día a día.
En lo personal, mi fe ha sido nutrida especialmente por dos personas que han demostrado su fe y han obrado también con mucha fe, para conmigo, pero también hacia otros y no simplemente desde la teoría.
Cuando la fe es transmitida a otros con amor, con acciones y no una mera teoría leída en un texto, la recepción es completamente diferente. La palabra dice mucho, pero el ejemplo dice mucho más.
Transmitamos la fe a nuestros hijos, nietos, amigos por medio de acciones concretas y no simplemente por medio de la palabra.
La fe no hace que las cosas sean más sencillas, pero hacen que sean posibles.
¡Feliz día!

Marianna Würgler

Hebreos 12,1-2

Compartir!

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on email
Email
Share on print
Print