Demas, que amaba más las cosas de esta vida, me ha abandonado y se ha ido a Tesalónica. Crescente se ha ido a la región de Galacia, y Tito… Lucas… Marcos… Alejandro… Prisca y Áquila…
2 Timoteo 4,10ss
Una larga lista de nombres de hombres y mujeres, de lugares, de historias, de encuentros, de olvidos, de situaciones vividas aquí y allá. En medio de esa lista, la memoria clara que no olvida a quienes hicieron daño, quienes abandonaron la causa, y por sobre todo el testimonio del sostén de Dios en momentos de adversidad y de peligros.
Es la lista, son los lugares, las experiencias y vivencias de quienes nos antecedieron en la fe. A través de estos versículos la invitación abre paso a hacer nuestras propias listas. ¿Cuáles son los nombres de quienes han caminado con nosotros y nosotras en el llamado de la misión de Dios? ¿Qué lugares nos encontraron testimoniando, a dónde hemos llegado? ¿La lista se va completando y se hace más larga de lo que pensabas?
¡Cuántos nombres, cuántas memorias, rostros, historias de fe! ¡Cuánta salvación recibida de Dios, cuanta gracia compartida! ¡Cómo se siente la alegría en el pecho, la emoción en la piel, la gratitud en las manos abiertas y la energía en los pies para continuar siendo parte de una comunidad que camina, que construye, que tropieza y se vuelve a levantar, que se renueva en la presencia del mismo espíritu que sigue soplando antaño y ahora!
Te invito a que te tomes un tiempo en este momento de devocional diario, para realizar tu propia lista de personas que son importantes en las tareas de misión que llevas adelante dentro de la iglesia, en el trabajo, en el barrio. También una lista de aquellas marcas dolorosas en donde te has sentido lastimado por algo o alguien, aquellos que ya no están contigo. Seguramente te sorprenderás de la cantidad de nombres que tienen rostros, historias propias y en común a través del compartir el mismo espíritu.
¿Cuáles han sido los momentos en los que Dios te dio fuerzas en medio de la adversidad? ¿Cuándo te libró de los peligros?
Carola Tron
