Viernes 9 de febrero

Si el evangelio que anunciamos está como cubierto por un velo, lo está solamente para los que se pierden. Pues como ellos no creen, el dios de este mundo los ha hecho ciegos de entendimiento, para que no vean la brillante luz del evangelio del Cristo glorioso, imagen viva de Dios.
2 Corintios 4,3-4

En los libros de J.K. Rowling sobre Harry Potter, las personas comunes, llamadas «muggles», no logran ver el mundo mágico invisible que los rodea.

Hay muchas personas en el ámbito político o religioso que, dentro de su grupo de afines, su burbuja, se consideran iluminadas. Creen entender mejor que los demás lo que está pasando en la sociedad, que los medios de comunicación los están engañando y que la verdad es totalmente diferente. Dentro de su burbuja, se convencen unos a otros y nadie les contradice. Los de fuera de la burbuja son como los «muggles»: la verdad está oculta a los ojos de ellos.

Las personas de fe, ¿también nos consideramos iluminadas? ¿Capaces de ver y sentir algo del mundo de Dios que otros no logran ver?

Sí y no. Sí, Dios nos ha iluminado. Si creo en Dios, entonces es porque Él me ha abierto los ojos. Despertó confianza en Él y amor hacia otros en mi interior.

Pero a la vez, los cristianos no sabemos todo sobre Dios. No debemos permanecer en nuestras burbujas junto con aquellos que comparten la misma forma de pensar y creer, sino que debemos salir, buscar el diálogo y el encuentro con los demás, quienes discrepan de nuestra forma de creer, pensar y vivir. En este encuentro, Dios se hará presente tanto en ellos como en nosotros.

Kurt Herrera
2 Corintios 4,3-4
Palabra clave: iluminados

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