Martes 10 de enero
Señor, no me niegues tu ternura ¡que siempre me acompañen tu misericordia y tu fidelidad! Salmo 40,11 La súplica que el salmista entrega a Dios:
Señor, no me niegues tu ternura ¡que siempre me acompañen tu misericordia y tu fidelidad! Salmo 40,11 La súplica que el salmista entrega a Dios: