URDINARRAIN/ Argentina | IERPcomunica – El domingo 5 de junio de 2022 fueron instalados el pastor David Cirigliano y la pastora Gladys Heffel, en la Congregación Evangélica de San Antonio (CESA) del Distrito Entre Ríos de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP). La celebración, que coincidió con el domingo de Pentecostés, contó con la participación de miembros de las diez comunidades que comprende la CESA. Además, acompañaron el pastor Waldemar von Hof y el pastor distrital, Bernardo Spretz.
Betina Wagner, presidente de la Congregación Evangélica San Antonio, expresó: “Rescatamos la participación de tantas personas de las distintas parroquias del distrito. Siempre nos llena de alegría ese acompañar que hay en nuestras comunidades porque eso fortalece a la congregación”. Durante el culto se pudo disfrutar del coro de voces de Urdinarrain; y posteriormente, todos los allí presentes almorzaron en las instalaciones del hogar de adolescentes; evento organizado por la comisión directiva del hogar.
El pastor David Cirigliano habló de lo que significa en este momento de su vida retornar al distrito Entre Ríos: “Siempre es lindo volver al territorio, a la comunidad donde uno se ha terminado de formar como ministro. Inicié mi vicariato en la ciudad de Quilmes, Buenos Aires, y lo terminé en la congregación de Crespo, donde fui ordenado. Pero a pesar de mi alegría, tengo sentimientos encontrados. Sé que encontré mi lugarcito en Entre Ríos donde quizás pueda desarrollar mis dones de una manera más profunda, pero para ello tuve que rescindir el convenio en la Congregación Semillas del Sur. Allí mi tiempo fue un tanto complejo porque tras dos años de un proceso de conocimiento de la congregación, irrumpió la pandemia y luego de eso, atravesé un problema de salud que me impidió desarrollarme como lo hubiese querido. Es por eso que siento que tengo una tarea pendiente en el Distrito Sur de la IERP”.
Por su parte, la pastora Gladys Heffel, quien tras siete años de receso en el ministerio pastoral, con gran emoción manifestó: “Ayer fue un día de fiesta. En lo personal fue muy emotivo por la posibilidad de volver aquí y a esta congregación. Sentimos durante la celebración que el viento del Espíritu Santo sopló de a ratos como una brisa y, en otros momentos como un viento impetuoso y purificador”. Para finalizar, Gladys agregó: “estamos felices de servir al señor y desafiados a poner nuestra creatividad, nuestra sabiduría y nuestras formas de trabajo en equipo para bien de esta comunidad, ya que el Espíritu Santo nos convoca y nos envía al mundo a dar testimonio de Cristo, testimonio que consiste en vivir como Jesús vivió”.
