Según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos.
Romanos 16,25 b
Durante la guerra fría hubo un crecimiento descomunal de los servicios secretos de los países, con el fin de obtener información del enemigo. Al terminar la misma, continuaron operando y expandiéndose llegando a las nuevas tecnologías, entre ellas la cibernética y el Internet. Incluso hoy en día es muy común ver que Hackers roban información. Todo ello está muy lejos de la simpática serie del Súper Agente 86. Lo cierto es que toda la información que desea obtenerse de manera “no lícita”, tiene como objetivo la utilización para otros fines “no lícitos”, aunque algunos países pretendan disfrazarlos de legalidad.
Y Aquí el Apóstol Pablo nos dice que se nos ha revelado un misterio oculto desde tiempos eternos. Es muy interesante que quienes se declaran agnósticos, ateos o incrédulos para fundamentar su postura, argumentan que la información que tienen es incomprobable. Eso sí, como dijo un reconocido encuestador argentino: “Cuando las personas dejan de creer en Dios, son capaces de creer en cualquier cosa”.
Lo cierto es que Dios ha tenido un plan desde antes de la creación del Universo y lo ha llevado adelante. Además el mismísimo hecho de que enviaría a su hijo como Salvador lo anunció en reiteradas ocasiones en diferentes momentos de la historia. Pero para poder entender ese misterio revelado no se puede encontrar en una súper computadora, sino que hay que verlo con los ojos de la Fe. En una de las historias relatadas por el mismo Jesús cuando habla del rico y el Lázaro al final sentenció: “Si no quieren hacer caso a Moisés y a los profetas, tampoco creerán aunque algún muerto resucite” (Lc. 16,31).
Estamos en tiempo de Adviento. Y Jesús vino al mundo para cambiar a las personas y quienes creen en Él comprenderán mediante la Fe todos los secretos revelados. Es momento de renovar nuestra Fe en él, sabiendo que Jesucristo vino para salvarnos.
Rubén Mohr
