La Congregación San Juan de Eldorado de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) vivió un emotivo culto de Pentecostés, que tuvo como eje central la conmemoración de las confirmaciones de Diamante, Oro y Plata, uniendo a distintas generaciones en una celebración compartida entre recuerdos, emoción, alegría, espiritualidad y reflexión.
El domingo 19 de mayo, la comunidad se reunió para este significativo culto, en el que además se agradeció por las bendiciones recibidas. Durante el culto, los asistentes reflexionaron sobre temas profundos relacionados con la espiritualidad y los desafíos de la vida, recordando también los momentos difíciles superados con fe y apoyo comunitario. «Fue un culto emotivo donde reflexionamos sobre temas relacionados con la vida que transita y cómo nos acompaña en diferentes momentos, con momentos muy fuertes porque también estaba allí la cuestión de la salud,» analizó el pastor Carlos Kozel.
Se rememoraron los campamentos de confirmación organizados por el pastor Jacob Kalmbach y la pastora Annedore Venhaus, eventos que dejaron una huella imborrable en la vida de varias personas. «Trajimos a la memoria recuerdos de lo que eran los campamentos de confirmación, fue muy emotivo», añadió Kozel.
El encuentro culminó con un almuerzo comunitario, un momento para fortalecer los lazos entre los miembros de la congregación. Este año es especialmente significativo para la comunidad, ya que en septiembre se celebrará el centenario de la Iglesia en Eldorado. «Es un año de mucho encuentro y reavivar espacios y momentos de espiritualidad, de compartir, de mucha oración y de escuchar la Palabra de Dios para que nos siga guiando y pedirle al Espíritu que nos fortalezca y nos dé sabiduría y entendimiento sobre todas las cosas», resaltó el pastor.
La juventud también fue un tema central durante el culto, subrayando la importancia de ofrecerles un espacio de escucha y apoyo dentro de la Iglesia. «La Iglesia debe estar al lado de ellos, siempre brindándoles un espacio para que se sientan contenidos y abrazados por esa fe que también nos movió y nos movilizó a cada uno de nosotros», concluyó Kozel.
La conmemoración de las confirmaciones en el marco del culto de Pentecostés no solo reunió a la comunidad para compartir la palabra y celebrar, sino que también recordó a todos los presentes la importancia de la fe y el apoyo mutuo en los momentos cruciales de la vida.
