Josué reunió en Siquem a todas las tribus de Israel.
Josué 24,1a
(Hermanos y hermanas, hoy y mañana estaremos reflexionando sobre Josué 24, por lo cual les invito a leer el capítulo completo)
El capítulo 24 del libro de Josué está lleno de detalles de gran importancia en lo que se refiere a la fe de Israel. Es el último capítulo del libro y en muchas biblias recibe el nombre de «la despedida de Josué», ya que contiene una serie de discursos que reflejan la memoria del pueblo y que pueden considerarse como un cierre. En sí, el capítulo transmite cierta melancolía, ya que muestra la reunión de todo el pueblo en un solo lugar para despedir a quien fuera el sucesor de Moisés y quien los acompañó en la conquista y distribución de la tierra. Fue su líder en muchos sentidos.
Reflexiono sobre las palabras de Josué y me imagino que deben haber resonado profundamente en los oídos y corazones de quienes lo escucharon, especialmente porque estaban conectadas con la vida y la historia de aquellos que estaban escuchando. Él hablaba desde su propia experiencia, lo cual siempre genera un impacto diferenciado.
Los invito a dedicar un momento para visualizar la escena: el paisaje rodeado de colinas y toda la gente congregada allí. Pónganse en el lugar de Josué, imaginen su apariencia, un anciano de 110 años. Traten de capturar la expresión en el rostro de las personas que lo rodeaban. ¿Habrán estado melancólicas? No podemos subestimar la importancia de este personaje, ya que son muy pocos los que han logrado unir a todas las tribus de Israel en un solo lugar para una despedida.
Y si tuvieran la oportunidad de reunir a sus seres queridos para despedirse, ¿dónde los reunirían? ¿Y qué les dirían?
Karla Steilmann
