Lunes 11 de noviembre
Yo te he dicho: “tú eres mi Señor, mi bien; nada es comparable a ti” Salmo 16,2 El mundo está repleto de individuos que ejercen
Yo te he dicho: “tú eres mi Señor, mi bien; nada es comparable a ti” Salmo 16,2 El mundo está repleto de individuos que ejercen
25° domingo después de Pentecostés, 32° en el año Les aseguro que esta viuda pobre ha dado más que todos los otros que echan dinero
Si ése fuera el caso, Cristo habría tenido que morir muchas veces desde la creación del mundo. Pero el hecho es que ahora, en el
Porque Cristo no entró en aquel santuario hecho por los hombres, que era solamente una figura del santuario verdadero, sino que entró en el cielo
Porque el Señor, Dios de Israel, ha dicho que no se acabará la harina de la tinaja ni el aceite de la jarra hasta el
Te juro por el Señor tu Dios que no tengo nada de pan cocido. No tengo más que un puñado de harina en una tinaja
Los hijos que nos nacen son ricas bendiciones del Señor. Salmo 127,3 Bendecido martes para cada uno de ustedes en este día. Sin duda, aquellos
De nada sirve trabajar de sol a sol y comer un pan ganado con dolor, cuando Dios lo da a sus amigos mientras duermen. Salmo
24° domingo después de Pentecostés, 31° en el año El maestro de la ley le dijo:—Muy bien, Maestro. Es verdad lo que dices: hay un
Pues por medio del Espíritu eterno, Cristo se ofreció a sí mismo a Dios como sacrificio sin mancha, y su sangre limpia nuestra conciencia de